¿Alguna vez se preguntaron qué porcentaje del precio que pagan por las prestaciones en hoteles y restaurantes es consecuencia de los impuestos vigentes sobre estos rubros? Según la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA), aproximadamente el 40 por ciento del precio que paga el consumidor se origina en impuestos.
Con el objetivo de evaluar en profundidad la carga tributaria global argentina que recae sobre la actividad de restaurantes y hoteles, a partir de un análisis de la legislación vigente en los tres niveles de Gobierno, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) elaboró, a solicitud de FEHGRA, un estudio integral. El “Estudio Integral de la Carga Tributaria Argentina sobre el Sector de Restaurantes y Hoteles” señala que el año 2014 habría marcado un nuevo récord en cuanto a la presión tributaria efectiva que ejercen los tres niveles de gobierno -Nación, Provincias y Municipios- mediante la recaudación de impuestos y tasas varias.
Se estima que el año cerraría con un nivel de presión tributaria cercano al 35 por cientodel PBI, evidenciando así un ligero crecimiento respecto a la presión registrada en el 2013 y acumulando una suba del 44 por ciento entre los años 2004 y 2014. En 2004 la carga tributaria consolidada, en porcentaje del PBI, fue del 24,1 por ciento, mientras que en 2014 ascendió a 34,7 por ciento.
El sector hotelería tiene en nuestro país una carga tributaria que promedia el 40,1 por ciento del precio de venta final del servicio, aproximadamente. El principal componente del costo impositivo lo constituyen los aportes y contribuciones al régimen de seguridad social, con porcentajes que se ubican entre el 42 por ciento y el 52 por ciento del total, seguido por el impuesto a las ganancias y el impuesto a los ingresos brutos, que registran participaciones similares en torno al 20 por cientocada uno. Los impuestos inmobiliarios muestran una importancia en torno al 12 por ciento del costo impositivo total. Finalmente, con un porcentaje del 4 por ciento cada uno, se ubican los impuestos municipales, el impuesto al cheque y la sobretasa a la distribución de utilidades. La carga tributaria puede variar según la localidad en que esté emplazado el establecimiento y su tamaño.
En el caso de los restaurantes, se observa que aproximadamente un 38 por ciento del precio que paga el consumidor se origina en impuestos nacionales, provinciales y municipales, porcentajes sólo marginalmente inferiores a los obtenidos para el rubro hotelería.
