Notas Vínicas: Espumante para brindar en noches de calor

Por Valentina Livolsi

Como ya les conté, luego del resultado de Covid pasé las fiestas encerrada, comiendo sin sabor, sin olfato y sin fuerzas para descorchar un vinito porque me parecía una falta de respeto probarlo sin experimentar todas sus sutilezas.

Pasaron 15 días y de a poquito volvieron los sentidos. De a poquito también me animé a visitar a mi familia y festejar, con un poco de desfase, las fechas en las que debí mantenerme aislada. Justo antes de todo este caos, estaba de lo más tranquila en casa y me encuentro con que Chandon me envió una caja variada de sus productos para probar y disfrutar.

También me llevé un par de sus espumantes allá, porque hoy más que nunca puedo asegurar que las fiestas son cuando las podés celebrar. Y afortunadamente, había demasiadas razones para brindar. Nuevos trabajos, nuevas oportunidades, viejos afectos para reencontrarse, mascotas que besuquear… Los días acompañaron perfectamente y para qué negarlo, las burbujas también.

Chandon, bodega pionera

Si de burbujas se trata, Chandon es desde finales de 1950, una bodega pionera en estos delicados y osados espumantes nacionales con impronta francesa.

En 1957, Robert-Jean de Vogüé junto a Renaud Poirier (quien se convertiría en el primer Chef de Cave de la bodega) viajaron juntos desde Francia para explorar nuevas zonas y suelos para el desarrollo de espumantes. Estudiaron durante años los suelos y climas de diferentes países hasta que, en 1959 se decidió que en la provincia de Mendoza, específicamente en la región desértica de Luján de Cuyo, se podría elaborar espumantes de excelencia al mismo nivel que en la región de la Champagne en Francia.

Así nace en 1960 Chandon Argentina; creando espumantes premium (en aquel entonces solo pocas bodegas producían este estilo, por lo que las cantidades eran pequeñas y los consumidores poco conocían). Su Extra Brut marcó un antes y un después en la historia del país, siendo inédito en la región y acercándose cada vez más a nuevas personas.

La búsqueda de la más alta calidad llevó a Chandon a conquistar nuevas zonas y alturas. Fue la primera bodega en desarrollar grandes extensiones de viñedos de hasta 1.600 metros de altura sobre el nivel del mar. Este fue y sigue siendo un camino osado, en donde se enfrentan adversas condiciones climáticas (heladas, climas extremos y terruños sin agua) para llegar a obtener las mejores uvas, con características inigualables y nuevas expresiones.

Trabajando con una filosofía de vinificación artesanal, su práctica es medida y cuidada, respetando tiempos, terroirs y con total atención a la sustentabilidad. Es por eso que Chandon Argentina ha sido premiado en diversas situaciones y categorías nacionales e internacionales. El último reconocimiento de la bodega fue por su Brut Nature, elegido como el mejor espumante argentino en los premios Decanter World Wine Awards 2020.

Hoy les traigo dos espumantes muy diferentes entre sí, y que en palabras de la bodega, “son espumantes para reclutar nuevos consumidores”. ¿La razón? Son distintos a lo que venimos acostumbrados y cada uno muy particular en su forma, por lo que cada paladar podrá degustarlos y sentirse identificado con cada uno de ellos.

Chandon Aperitif

Empecemos con el que me pareció más idílico para el momento previo a la pile, previo al asadito, previo a una tarde de sierras y sol: el Chandon Aperitif ($518). Este espumante bitter macerado naturalmente con naranjas y especias, con el que se buscó acercar a los amantes de los aperitivos al mundo de las burbujas. Una apuesta nueva y alternativa.

De color anaranjado medio con destellos rosados, presenta una nariz confitada, bouquet especiado como también marcadas notas cítricas. Su base de Semillón, Pinot Noir y Chardonnay se amalgama perfectamente con los licores de expedición de macerados naturales de hierbas, frutas y flores. Fresco y ligero, su final amargo medio lo vuelve fácil de tomar. Y de seguir tomando. Servir siempre entre 6º y 8º.

Chandon Délice.

Chandon Délice

Por otro lado, pude probar el Chandon Délice ($518), el primer espumante dulce para tomar con hielo, en vaso y con un toque de sabor. Fresco y versátil, el Délice es la expresión de un estilo innovador único siempre en vanguardia. Ejemplar para descorchar a la tardecita y compartir mientras cae el sol.

De color amarillo brillante con algunos matices verdosos, su nariz es elegante, con notas cítricas y de frutos rojos aportadas por el Chardonnay y el Pinot Noir que se fusionan con expresivos aromas tropicales aportados por el Petit Manseng y Semillón tardíos. En boca se percibe una vivacidad de sabores frutados que se combina con una vibrante sensación dulce. Servir entre 8º y 10º.

El gusto está en la variedad, por eso esta nota les trae dos espumantes muy diferentes entre sí y que seguramente atraen por eso mismo. No me queda más que recomendarlos para:

Tomar cuando:
-La noche sea calurosa.
-La tarde sea calurosa.
-Lean “On the Road” (Jack Kerouac).

No tomar cuando:
-El brindis sea post cena pesada.
-No haga el calor necesario.

Maridaje:
-Pinchos de langostinos.
-Bruschettas frescas.
-Quesos livianos.
-Cocina asiática me animo a recomendar.
-Papas bravas.

(*) Sommelier

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