En agosto, La Gurmet (la caja de Circuito Gastronómico que incluye una cuidada selección de delicatessen) trae entre sus productos el vino La Quebrada Pedro Giménez de bodega Borbore, distribuido por Cosecha Tardía Vinos.
No, no estamos hablando del dueño de la bodega. Mucho menos del enólogo que lo elabora. Pedro Giménez es, ni más ni menos, que el nombre y apellido de la séptima variedad más cultivada en Argentina, y ocupa -a su vez- el primer lugar entre las variedades blancas.
La Pedro Giménez es una variedad criolla blanca cultivada principalmente en las provincias de Mendoza y San Juan. Son pocas las bodegas que la elaboran como varietal porque, al ser la uva más plantada, y al tener tanta versatilidad, se utiliza fundamentalmente para la producción de vinos blancos genéricos.
Confusión de homónimos
A la Pedro Giménez la ronda una confusión: una letra que lo cambia todo. Es por eso que hablar de Pedro Giménez, Pedro Ximénez y Pedro Jiménez no es lo mismo.
“La uva Pedro Ximénez, con X, hace referencia a una cepa originaria de España, donde se utiliza principalmente para la elaboración de vinos dulces y jerez”, explica a Circuito Gastronómico Javier Billoud, propietario de Cosecha Tardía Vinos.
“La Pedro Giménez, con G, es una uva netamente argentina y varía mucho de la otra: es mucho más chica, más redonda y muy frutal”, añade. Y continúa: “En Chile se escribe casi igual, nada más que va con J, pero hace referencia a la misma uva”.
El vino
Entre las variedades de uvas que ofrece Argentina hay algunas que son tan poco conocidas que vale la pena presentarlas y sugerirlas. La Pedro Giménez es una de ellas. El vino al que da origen no es un vino dulce, está elaborado como un vino seco con una fragancia que lo hace único en su tipo.
“Le encuentro muchas notas a miel, flores blancas, durazno, duraznillo y a un melón rocío de miel que venía del sur en su momento. A los mayores de 45 nos va a recordar mucho a la niñez”, opina Javier.
Maridaje
El Pedro Giménez es un vino que posibilita un maridaje muy versátil. A la vista sorprende su brillante color amarillo pajizo que denota juventud y frescura. Su aroma es delicado y atractivo, con notas de frutas tropicales maduras acompañadas de sutiles matices cítricos.
En boca los sabores frutales se intensifican revelando una acidez equilibrada y refrescante, y aportando una sensación de vivacidad con toques de limón y manzana verde. Su cuerpo ligero y suave, sumado a un final fresco y persistente, completan la experiencia.
Hay vida más allá del Chardonnay, del Sauvignon Blanc y el Torrontés. La Quebrada Pedro Giménez es una opción versátil para acompañar diferentes platos como mariscos, ensaladas frescas, quesos ligeros y platos poco condimentados. Además, es una excelente opción para disfrutar en momentos de relax y reuniones con amigos.
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