Por Victoria Carando Vera (*)
Es un gusto enorme tener la posibilidad de acercar estos temas, compartirles recetas, invitarles también, por qué no, a reflexionar sobre cuestiones que tienen que ver no solo con la comida, sino con lo socio-ambiental, la industria alimentaria, la pata cultural en la cocina con memoria, las nuevas leyes que se proponen para que podamos elegir qué queremos comer y ser verdaderamente soberanos de nuestra alimentación y salud.
Temas hay a rolete, así que no se preocupen que tenemos mucha tela para cortar aún, y me llena de entusiasmo que así sea, por lo tanto no demoro más y arrancamos con la columna ya mismo.
Bienvenido, otoño
En esta ocasión y dándole la bienvenida al otoño –que dicho sea de paso, me encanta–, les quería contar sobre los productos de estación que nos convida este mes de abril, que además de estar en su mejor momento, resultan más económicos y afines a nuestro organismo.
Suelo mencionar esto, porque me parece de verdad, muy importante que comencemos a consumir lo que la Madre Tierra sabiamente nos trae en cada temporada. Después, es muy común oír cómo la gente reclama que la manzana está cara en verano, el tomate incomprable en invierno, la frutilla en valores irrisorios cuando su cosecha ya terminó, y así sucesivamente, pretendiendo que exista una monoestación el año entero, o bien negando la realidad que implica mantener en grandes cámaras de frío las frutas y verduras para que sean accesibles a lo largo y a lo ancho de las cuatro estaciones.
Sin contar que, por supuesto, muy sabrosas y nutritivas, no quedan luego de ese período de letargo congelado. Acabemos con eso, amigos y amigas, y adaptemos nuestras comidas de acuerdo a la disponibilidad de la Pacha, ¿sí? Y de paso, vamos aprendiendo a buscar, a encontrar, a identificar lo disponible y lo armónico a cada tiempo.
El otoño es una época rica en frutas que nos aportan energía, vitaminas y antioxidantes, que nos ayudan a afrontar el frío del invierno y reforzar las defensas para prevenir resfríos. Es sabia la naturaleza, ¿no?
Tips y recetas
Concretamente, te voy a dar algunas ideas sobre estas frutas de otoño que no son tan frecuentes tal vez en el consumo cotidiano, pero les prometo que si no las probaron aún o desconocen su preparación, con estos tips y data, seguro querrán meter mano a la olla, cuchillo a la tabla y darle nomás rienda suelta al cocinero o cocinera que llevan dentro.
Vamos entonces con la pera, la manzana, la ciruela, el kiwi, el pomelo, la mandarina, y también algunas menos vistas tal vez, pero siempre en ferias, y me refiero a los higos en el último coletazo, el caqui, la granada y los membrillos. Las verduras del otoño incluyen también la zanahoria, la batata, el choclo, los zapallos, el tomate y algunas más.
Les propongo tres opciones para desayunar con algunos de estos productos y en mi Instagram pueden encontrar más alternativas que enseñaré en el próximo taller presencial de Alimentación Saludable, para que no se les haga un popurrí de información.
Bombones de zanahoria
Van a triturar media taza de pasas de uva, previamente hidratadas y mezclar con 1 taza de zanahoria, 1 taza de nueces molidas o la semilla que te guste (sugiero girasol o zapallo), media taza de coco rallado y una buena pizca de canela. Todo eso lo procesamos hasta que quede una pasta bien integrada. Formamos bolitas y las rebozamos en coco para finalmente guardarlas en la heladera hasta que queden más firmes y se forme bien el bombón.
Jugo de granada
Simplemente licuar las semillas de granada con un poco de agua y limón y a disfrutar de una exquisita bebida.
Con la misma fruta, que además les cuento, tiene gran contenido de antioxidantes y un altísimo poder estimulante del deseo sexual, pueden hacer una tostada de pan rico de masa madre, con unas cuantas rodajas de palta, oliva y terminar con un poco de granada encima, o en la granola con el yogur que ya les enseñé y sumarle higos en cuartos y arándanos, por ejemplo. Exquisito.
Waffles de batata
Vamos a rallar 1 batata con media manzana y mezclar con media taza de harina de almendras o el fruto seco que tengas, 1 cda de harina de garbanzo o almidón de maiz, 1 pizca de sal, 1 huevo, toque de canela, chorritín de vainilla y manteca/ghee/aceite de coco para untar la wafflera o sartén. No es ni cerca una masa chirle, más bien tiene mucha textura y firmeza, pero es una de las favoritas por aquí. Pueden acompañar con peras cortadas, algún queso rico si consiguen casero, unas pasas y frutas secas. Alto desayuno cargado de buenas grasas saturadas, proteína y fibra.
Usos de la granada
Se utiliza siempre cruda. Cortar al medio y con una cucharita sacar la pulpa que son esas pelotitas rojas características. Además del jugo, se puede incluir en ensaladas con hojas verdes de estación, yogur con granola, tostadas con palta y granada encima. ¡Esta combinación queda riquísima!
Espero que hayan saboreado estas ideas y puedan animarse a hacerlas. Agradezco su amable lectura y espero encontrarles en la próxima entrega de esta columna que tanto disfruto escribir.
¡Chau y a disfrutar de los manjares de otoño!
(*) Directora de Nala Tienda Saludable