El origen de la provoleta se remonta al provolone italiano. Se trata de un queso semiduro, con baja humedad y con un sabor un poco picante.
Acerca de su creación, la historia dice que un inmigrante calabrés, Natalio Alba, que primero llegó a Buenos Aires y luego aterrizó en Córdoba, decidió darle una impronta propia al provolone y probó tirándolo a la parrilla (entendiendo rápidamente que en Argentina, todo va a parar a la parrilla). Así nació el Queso Provolone Hilado Argentino, bautizado luego como provoleta.
Los tips para prepararla
En cuanto a su cocción, no es solo ponerla en la parrilla y listo. Hay varias cosas a tener en cuenta para que la provoleta salga perfecta.
1-Elegir una buena provoleta. En este caso, recomendamos la provoleta de Santa Francisca, una empresa cordobesa, oriunda de Despeñaderos que tiene una producción artesanal de quesos de todo tipo.
2-Dejarla reposar en un lugar de la casa en el que circule aire durante un día. A la mitad del día hay que darlo vuelta para que el queso se endurezca de los dos lados.
4-Poner el fuego medio o alto para cocinarla. No hace falta envolverla en aluminio ni usar provoletera. Cocinar unos tres minutos de cada lado para lograr textura crocante por fuera y suavidad por dentro.
¡Y listo!
Dato extra
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