Encuentro de dos mundos: abrió Hanshik, la primera barbacoa al estilo coreano en Córdoba

Por Yeny Ortega Benavides (*)

Liderado por Rafael Kim, cuñado del responsable de Nakama y Raisu, el proyecto comenzó hace dos años con la idea de incorporar una propuesta gastronómica diferente.

Fue entonces cuando junto a su pareja, Micaela Lee, se hicieron la pregunta: “Veíamos que la gente se estaba animando a buscar gastronomías nuevas, no tanto a lo clásico o tradicional. Entonces, dijimos ¿por qué no poner una barbacoa coreana?”, cuenta Rafael a Circuito Gastronómico.

Hanshik es la abreviación de dos palabras coreanas: Hangug (Corea) y Sigdang (restaurante). Literalmente significa “restaurante coreano”, pero es mucho más que eso.

Hace dos semanas abrieron las puertas del local ubicado en Jerónimo Luis de Cabrera 231, frente de la estación de trenes de Alta Córdoba, a una cuadra de El Celta. La aceptación de la gente ha sido sorprendente. “Estamos totalmente agradecidos”, expresa.

Cultura coreana en Córdoba

La cultura coreana parece estar en pleno auge en Argentina. La música, el k-pop, los dramas y series coreanas ganan terreno en las plataformas de streaming. Ahora también su gastronomía está en el centro de la tendencia.

Cuenta de ello dan ejemplos como Nakama, un pintoresco local ubicado en Ayacucho 399, a metros del Palacio 6 de julio, que transporta al comensal a una tradicional vivienda de Tokio y donde puede disfrutar del auténtico ramen (sopa de fideos de arroz preparados con un caldo aromático, acompañada de distintas guarniciones). Tal ha sido el éxito del lugar, que para visitarlo hay que reservar con un mínimo de 15 días de anticipación.

A pocos metros de ahí, en Ayacucho 352, se encuentra Raisu, un restaurante minimalista cuya experiencia incluye un paseo por siete platos y dos postres por lo mejor de la gastronomía japonesa. También requiere reserva con varios días de antelación, ya que la innovadora propuesta tuvo una tremenda acogida entre los cordobeses.

Hay como un furor, no solamente por lo coreano sino por todo lo asiático. La gente se informa un montón y creo que hay una profunda curiosidad por las cosas nuevas”, reflexiona.

Más allá de eso, Rafa considera que el fenómeno también es generacional. “En Córdoba -particularmente- hay un recambio de gente que está dispuesta a probar cosas nuevas”, afirma.

Si bien el proyecto se da en un momento clave, donde los cordobeses están abiertos a nuevas experiencias, Rafael es consciente de que quizá económicamente no es el mejor momento del comensal: “A la gente no le da el bolsillo. Aun así, hacen el esfuerzo para darse un gustito y salir a comer. Y encima se animan a probar algo nuevo. Eso es lo que yo de corazón les agradezco”.

Atentos a esta reflexión, Rafael y Micaela decidieron ser cautelosos con los precios. “No pusimos un precio elevado, sino acorde a la situación. Queremos que todos puedan venir a probar y experimentar la cultura, no solamente el que tiene poder adquisitivo”, cuenta. Hanshik maneja combos que se adaptan a diversos presupuestos.

Cómo es la experiencia

En Corea, la gastronomía en general, y la barbacoa en particular, tienen como concepto transversal compartir. Por eso cada mesa de Hanshik tiene una parrilla en su centro para que los comensales preparen los diversos cortes de carne que ofrece el menú. Cada mesa cuenta, a su vez, con una columna de extracción para el humo de las brasas.

Así se sirve la barbacoa.

Una variedad de cortes finos de carne se dispone para ser cocinados según el gusto de cada comensal. Las carnes, que se cortan con tijera, se acompañan con una variedad de panchams (guarniciones tradicionales de la gastronomía coreana) como kimchi (plato coreano hecho a base de una preparación fermentada que tiene como ingrediente básico la col), arroz, salsas, vegetales y huevos, entre otros.

La idea no es solamente que la gente venga y se siente a comer, sino que compartan un momento lindo entre familiares y amigos. Los platos también tienen ese concepto, no es como en los restaurantes convencionales donde cada uno va y pide lo suyo”, explica Rafael. La experiencia no tiene una duración determinada, eso queda a criterio de cada comensal.

“Me ha pasado de gente que ha venido, comió en una hora y se fue. Otros han estado tres horas. Eso es muy relativo. Queremos que vivan la experiencia al máximo, por eso no le ponemos un límite de tiempo”, explica. “La gente se divierte mucho y se va con una sensación muy agradable”, añade.

El rey del asado

Hijo de padres coreanos, Rafael nació hace 38 años en Paraguay. Cuando tenía tan solo un año, vino a vivir a la Argentina.

“Tengo la cultura argentina arraigada en la sangre. Al asado no lo cambio por nada. Me encanta la barbacoa coreana, pero, para mí, primero siempre va a estar el asado”, afirma sin titubear. “Eso sí, te cambio el pan por el kimchi”, aclara.

El asado te ofrece esa posibilidad de interactuar con la gente alrededor, hacer el corte de carne y compartirlo entre todos, o sea que la esencia coreana está”, opina.

Hanshik es eso: un homenaje coreano al plato emblemático de los argentinos: el asado.

Una experiencia particular.

Maridaje ideal

El maridaje ideal por excelencia para el asado argentino es el vino. La barbacoa coreana no se queda atrás. “Los coreanos somos muy tradicionales del soju, un destilado de arroz similar al sake, aunque un poco más suave”, cuenta Rafael.

Considerado por muchos el vino coreano, el soju tiene una graduación alcohólica que ronda entre el 12 y el 20%. Se sirve en chupitos y tiene un sabor muy similar al vodka. Claro está que, para paladares más convencionales, en Hanshik también se venden vinos y cervezas y tragos fusión como el lemon soju (jarra de limonada y soju).

Todos son asadores

Cuando los comensales llegan a Hanshik y se sientan en su mesa, lo primero que Rafael les pregunta es quién va a ser el asador. “Si bien una persona siempre toma la posta para cortar y servir, cada uno interactúa con la parrilla”, cuenta.

El restaurante, con capacidad para 80 comensales, opera de martes a sábados de 20 a 24, solo con reserva previa. “Todo lo hacemos en el día a día. Todo sale fresco, no dejamos nada para el otro día para garantizar la calidad del producto. Las reservas nos permiten planificar la producción”, argumenta Rafael.

Una experiencia completa para dos personas en Hanshik ronda los $40.000 con guarniciones y bebida. No obstante, hay gran variedad de combos económicos, sin resignar la calidad.

Contacto

Hanshik está en Jerónimo Luis de Cabrera 231, Alta Córdoba. Teléfono: (0351) 152-411143.

(*) Periodista gastronómica

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