Cientovolando es uno de los bares insignia de Nueva Córdoba. En un barrio donde todo va cambiando casi vertiginosamente, este bar supo mantenerse firme con su propuesta gastronómica que tiene a la coctelería como su aliado principal.
Andrés Cozza es quien está al frente de Cientovolando y a propósito de su aniversario número 17, que cumplieron en el mes de julio, charlamos con él para saber el secreto de permanecer tanto tiempo y qué se viene para más adelante.
-Son un clásico de Nueva Córdoba, hace poco cumplieron 17 años, ¿cómo se hace para mantenerse tanto tiempo?
Cuando empezamos, hace 17 años, no existía ni por asomo el nivel de profesionalismo con el que se manejan hoy casi todos los lugares gastronómicos, como así tampoco el nivel de exigencia del consumidor, que era infinitamente menor. Es decir, que para mantenerse desde aquella época hasta hoy, hubo que tropezarse, fallar, levantarse, aprender y reinventarse muchísimas veces, ¡todas las necesarias! Una clave está en esa fortaleza y en entender el negocio desde esa necesidad de cambio permanente. Otra clave, considero que es la convicción en el trabajo que hacemos, sabiendo que intentando hacer las cosas de la mejor manera posible, de forma sostenida en el tiempo, irremediablemente trae cierto resultado positivo, podrá ser mayor o menor o de acuerdo o no a las expectativas que cada uno tenga de su emprendimiento, eso será otro análisis.
-En este tiempo, el barrio evolucionó mucho ¿cómo fue acompañando el bar esos cambios?
Fuimos acompañando justamente con esa reinvención de la que hablábamos recién. Nueva Córdoba ha crecido enormemente, y quizás hace 15 años pensábamos que el consumidor era el estudiante. Hoy, hace muchos años que no es así. El turismo interno creció exponencialmente (basta con ver la cantidad de personas que circulan los fines de semana largos, hace 10 años el barrio quedaba literalmente vacío) y las redes o motores de búsqueda hacen que no trabajes pura y exclusivamente «para el barrio». Nuestro público claramente no es el estudiante, sino que se compone de gente de otras zonas o residentes de Nueva Córdoba, pero que no necesariamente pertenecen al ámbito universitario.
-Entre esos cambios, uno fue que la coctelería se convirtió en tendencia y ustedes son referencia a la hora de hablar de coctelería ¿qué ofrece hoy la carta de Cientovolando?
El crecimiento de la coctelería en Córdoba también es increíble. Hace 17 años había tres o cuatro bares que podían servirte un cóctel bien elaborado, el resto de los bares solo hacíamos tragos en licuadoras o maridábamos algún vodka (recién llegado al mercado) con energizante. De ahí en adelante, hubo grandes camadas de bartenders en nuestra ciudad que comenzaron con esa (dura) tarea de entrenar paladares y entender que un cóctel bien preparado era parte fundamental del concepto «gastronomía». Llegando a la actualidad, hoy nosotros estamos con una idea muy de «bistró» en cuanto a la coctelería, es decir súper personalizada, de reinvención prácticamente semanal y preparaciones súper originales. La bartender -Elo Nieto y Zanutti- ofrece una experiencia muy intensa, un viaje de sabores y combinaciones únicas.
-¿Qué se viene en Cientovolando para más adelante?
Por lo pronto seguimos trabajando muchísimo en nuestra propuesta, consolidando e intentando mejorar día a día. No hay nuevas aperturas ni cambios para anunciar en el corto plazo.
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