Los vinos del otoño

(*) Por Roberto Colmenarejo

Con un clima impredecible y siempre cambiante, como ya nos tiene acostumbrados desde hace varios meses, parece que el otoño ha llegado finalmente a Córdoba.

A mi entender, es la estación del año más bella en la ciudad; la que invita a caminar sus calles en las tardes tibias, cenar con amigos en las noches aún templadas y recorrer las sierras en sus domingos soleados. Puede que algunos días el tiempo no acompañe, y entonces será mejor quedarse en casa con una película…

Para disfrutar de este otoño, siete vinos recomendados para todos los gustos y bolsillos:

La Rioja Cinco Estrellas Torrontés Riojano 2013 ($30): Esta selección arranca con una novedad que llegará en breve a las góndolas locales. Un vino blanco sencillo y de precio más que acomodado, elaborado por la pequeña bodega familiar Elías Hermanos (Vichigasta, Chilecito). Desde su nombre ya nos lo dice todo, orgullosamente torrontés y riojano. Ofrece aromas florales y frutales típicos de la cepa; más una boca liviana y fresca, de buena acidez y persistencia breve. Blanco para tener siempre en la heladera.

Santa Julia Viognier 2013 ($38): No suele ser fácil encontrar tipicidad varietal en los segmentos más bajos del mercado, sin embargo este producto de Familia Zuccardi me sorprendió gratamente pues por pocos pesos regala todo lo que uno espera de la uva Viognier. Aromas florales, frutales de carozo -damasco, durazno- y dejos herbáceos. Boca ligera y gustosa, de paso cordial, con acidez vibrante y buena permanencia para el rango. ¡Un blanco muy rico y con una relación precio-calidad óptima! 

Dolium Eco Estate Rosado de Malbec 2013 ($72): Un rosado amable, frutado y fresco es siempre excelente opción para maridar una amplia variedad de platos otoñales. Así es este novel producto de la línea joven de Bodega Dolium. Un vino de aromática frutal limpia; con entrada de boca apenas golosa, paso fluido, fresca acidez y persistencia media. Exquisito rosado para acompañar aperitivos y entradas frías.    

Noble de San Javier Blend 2013 ($66): Nuestra provincia tenía que estar presente en esta selección, en este caso con un vino de Traslasierra. Un tinto juvenil y sin contacto con roble, ideal para apreciar la calidad vitícola que puede ofrecer el terruño cordobés. Elaborado con un ensamblaje de cuatro uvas tintas -Cabernet, Malbec, Syrah y Merlot- cultivadas en la región por el viticultor Nicolás Jascalevich; este producto sorprende por su vivacidad, complejidad y estructura. Ofrece aromas frutales maduros, especiados y levemente vegetales; unidos a una boca sabrosa y de cuerpo medio, acidez balanceada, taninos firmes y moderada persistencia. ¡Quedan pocas botellas disponibles, por lo que se justifica un viajecito de fin de semana hasta San Javier para conseguir algunas! 

Amauta Absoluto Tannat 2012 ($80): La tendencia a elaborar vinos genuinos y menos intervenidos viene pisando fuerte en nuestro país (de hecho, ya he hablado de ellos el año pasado en la nota “Los vinos naturales”). Convencido de las virtudes de este estilo de vinificación, el inquieto enólogo Mariano Quiroga Adamo creó esta nueva línea de vinos para la bodega El Porvenir de Cafayate. Con su variedad preferida -que “lo hace sufrir pero él igual la ama” según sus textuales palabras- produjo este vino tinto libre de todo artificio. Un Tannat que muestra el costado salvaje e intenso del cepaje; con la bella rusticidad que le confiere el Valle Calchaquí. Tiene aromas especiados, terrosos y algo empireumáticos -humo, brea, caucho-. Al probarlo es corpulento e intenso, con los taninos rugosos y una permanencia media-larga. ¡Un Tannat en estado puro!    

H.J. Fabre Malbec-Merlot 2011 ($115): Hace algunas semanas, hablé en otra nota de Fabre Montamayou, quien fuera una de las pioneras del concepto de “bodega boutique” en nuestro país, allá por 2002. A fines del año pasado presentó esta nueva línea de vinos bivarietales, de donde elegí el corte Malbec-Merlot por ser el que más me gusta -y el que está más listo para disfrutar ya-. Un tinto mendocino de paleta aromática compleja, con recuerdos frutales maduros, herbáceos y algo lácticos. En boca se muestra elegante y armónico, con entrada sabrosa pero bien seca, cuerpo medio y paso fluido -gracias a su correcta acidez-, taninos apenas perceptibles y una larga persistencia. Estoy seguro que el vino ganará mucha fineza con algunos meses de estiba en botella, pero ya puede ser bebido con mucho deleite. ¡El maridaje perfecto para platos de cabrito o cordero! 

CarinaE Chin-Chin Brut Nature ($90): Dentro de un mercado vitivinícola bastante   conservador como es el argentino, hay que ser osado -y sutilmente provocador- para ponerle este nombre onomatopéyico a un vino espumoso. Esto han hecho Brigitte y Philippe Subrá, el afable matrimonio francés que conduce la pequeña bodega maipucina CarinaE. Un vino burbujeante extremadamente fácil de beber, vinificado por método charmat (segunda fermentación en tanques). Tiene perfumes de frutas blancas y sutiles recuerdos de levaduras; en la boca es liviano y vivaz, de acidez refrescante, perlage pequeño y agradable permanencia. ¡Para hacer los brindis más descontracturados! 

Y para ustedes, ¿cuáles son sus vinos otoñales?

 

(*)Sommelier y docente – [email protected]

Preguntá en Catar SRL y Vinoteca Dvino por estos vinos recomendados.

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