El pasado miércoles 18 de septiembre estuvo en Córdoba Mauricio Castro, integrante del equipo agronómico de Bodega Familia Zuccardi y socio-fundador del proyecto Alma 4, presentando sus espumosos a los referentes de la gastronomía local.
La reunión fue un distendido almuerzo en Sissí Casual Bistró by Miguel Albelda, un ecléctico y original restaurante de barrio Güemes. Al evento asistió invitado nuestro Sommelier y columnista Roberto Colmenarejo, quien aprovechó la visita de Mauricio para realizarle una breve entrevista sobre la empresa, sus novedades y el consumo de vinos espumosos en el país.
¿Mauricio, a que debemos tu grata visita por Córdoba?
Normalmente, los cuatro socios de Alma 4 viajamos a Córdoba, Rosario, Buenos Aires, el Sur -y también lo hacemos en Mendoza- para visitar y degustar el espumante con sommeliers, en vinotecas, restaurantes, escuelas de cocina. Hacemos degustaciones en vinerías donde los dueños invitan a algunos de sus clientes o almuerzos en algún restaurante donde invitamos a los responsables de otros restaurantes, etc. También nos reunimos con prensa especializada. La idea es degustar con todos ellos para que siempre estén al tanto de la calidad de Alma 4 y así lo puedan ofrecer con propiedad a sus clientes. Esto desde el punto de vista técnico. Pero también es importante reunirnos con ellos para contarles cómo nació Alma 4, hacia donde vamos, qué queremos. Que sepan qué hay detrás de una botella. Entre esas actividades, estamos hoy almorzando en Sissí Casual Bistró con la prensa especializada, probando nuestros espumantes con distintos platos.
Contanos por favor un poco del proyecto Alma 4. ¿Cómo nació? ¿Quiénes lo integran? ¿Cuándo fueron las primeras producciones?
Alma 4 es un proyecto de elaboración de espumantes por el método champenoise que tuvo su primera producción con vinos de la cosecha 1998. Pero la idea había germinado antes. Somos cuatro amigos que nos conocimos en el colegio secundario, el Liceo Agrícola y Enológico Domingo Faustino Sarmiento: Agustín López, Marcela Manini, Sebastián Zuccardi y yo. Allí, participamos de un trabajo práctico de elaboración de espumantes por el método champenoise donde una bodega nos daba vino y nosotros lo transformábamos en espumante. Nos gustaba mucho, tanto el proyecto como el espumante y nos surgían inquietudes como: ¿Por qué no hacer un espumante tinto? ¿O uno con roble? ¿O uno con una variedad no tradicional? En el colegio no lo pudimos hacer, pero cuando empezamos la facultad, tres de nosotros fuimos a Agronomía (Agustín, Sebastián y yo) y Marcela a Arquitectura, nos seguimos viendo y juntando y Sebastián nos dijo: “¿Porqué no hacemos eso que queríamos hacer en la bodega?”. Así fue que empezamos a trabajar. Hicimos 200 botellas de un corte de Pinot Noir y Chardonnay, 50 botellas de un Chardonnay donde una parte del vino base había fermentado en barrica y 50 botellas de un Bonarda tinto. En esta etapa nos ayudaron mucho los enólogos de Familia Zuccardi y los enólogos expertos de Mendoza en “Champagne”. A ellos les gustaba mucho (¡a nosotros también!) así que decidimos hacérselo probar a dueños de vinotecas y restaurantes de Buenos Aires. También a algunos periodistas. Y fue un éxito.
Volvimos de Buenos Aires con la idea de hacer más. Ese año elaboramos 3000 botellas, después 6000 y luego 9000. Hoy estamos produciendo 50.000 botellas al año.
¿Cuáles son los productos que elabora la marca en la actualidad? ¿Cuáles son las añadas vigentes de los mismos?
Producimos cinco tipos distintos de espumantes. Actualmente se pueden conseguir las siguientes añadas: Pinot-Chardonnay 2011, Chardonnay Roble 2011, Viognier 2010, Pinot Rosé 2010 y Bonarda 2011.
¿Cuánto produce Alma 4 hoy? ¿Cuáles son las perspectivas a futuro?
Como te decía recién, la producción actual es de 50.000 botellas en total. Por ahora no pretendemos agrandar mucho más ese número, pero sí fortalecer la marca con acciones como la que vine a realizar hoy en Córdoba.
¿Podemos esperar novedades o sorpresas de la marca en el corto plazo?
En cuanto a las variedades, hemos decidió centrarnos en las cinco actuales y fortalecerlas. El año pasado sacamos al mercado unas pocas botellas de un vino Cabernet Sauvignon elaborados con uvas botrityzadas en el 2001 y un Viognier Passito 2003. Actualmente estamos pensando en hacer un cambio en la etiqueta, pero no a corto plazo. Otras sorpresas, suelen surgir previas al momento de cosecha. ¡Y son sorpresas!
Hablando de vinos espumosos en general, ¿cómo está estadísticamente el consumo en Argentina?
Durante el año pasado el consumo de espumantes en el mercado doméstico creció cerca de un 20 por ciento en relación con el año anterior, mientras que durante la última década crecieron 170 por ciento. En la actualidad, el volumen de ventas en el mercado argentino alcanza los 55 millones de botellas.
¿Existe realmente una desestacionalización del consumo, como tanto se menciona? ¿Se beben espumosos todo el año?
Algo hay. En la primera mitad del 2013 se vendió un 10 por ciento más que el año pasado. Pero fin de año sigue siendo el momento de mayor consumo. Lo que sí, cada vez es más común encontrarte con personas que toman espumosos todo el año y/o que comen con espumosos, antes y después. No solo en ocasiones especiales. Los que se animan a tomar espumosos en otros momentos distintos a los convencionales, no abandonan esa nueva costumbre.
¿Con qué recomendarías maridar los vinos espumosos? ¿Dónde van bien las burbujas, además de los brindis?
Son innumerables las posibilidades… Empezando por decir que no solo al final de las comidas es bueno. Es mejor aún como aperitivo, antes de comer. Y con las comidas, bueno, es interesante descubrir que las distintas variedades de Alma 4 pueden acompañar un plato distinto y poder entrar cada uno de nosotros en esa búsqueda. Les cuento lo que probamos en Sissí Casual Bistró: Langostinos y rabas con el Pinot Chardonnay; quesos de cabra, salame de Oncativo y escabeche con el Chardonnay Roble; un salmón con crema de pistachos con el Viognier y una creme brulee de frutos rojos con el Pinot Rosé. Con el Bonarda va muy bien un cerdo agridulce por ejemplo con mostaza y miel.
Para cerrar la nota una pregunta algo personal: ¿cuál sería tu brindis de fin de año? ¿Qué deseas a nivel laboral y personal para el 2014?
Deseo que en el 2014 seamos felices. En toda la potencialidad de la palabra. Qué podamos disfrutar de los caminos que transitamos. Algunos buenos, otros malos, pero que los disfrutemos. Inclusive más que la llegada a las metas. Espero que pese a las intensas heladas que estamos transitando en la región, las producciones de todos los cultivos afectados no sean tan bajas y que no sea un año tan malo para todos los agricultores.
¡Salud!
¡Salud!