Notas Vínicas: Una cata diferente desde los suelos de Mendoza para todo el país

Por Valentina Livolsi (*)

En estos días que corren, donde las restricciones se hacen notar otra vez, donde hay que cuidarse y cuidarnos, donde la mejor opción es disfrutar –de mil maneras– de la comodidad del hogar y repensar la idea de “salir” para divertirse, llegan invitaciones como estas que mejoran la semana después de un día largo y cargadito. Y qué mejor si llegó para homenajear desde temprano a nuestra cepa emblema, querida y versátil como es la malbec, justo que mundialmente, mañana 17 de Abril es su día.

Día Mundial Del Malbec

De la malbec ya muchos –casi podría decirse todos– conocemos bastante. Versátil, prolija, esta uva de origen francés que enamoró a los suelos argentinos llegó a nuestro país gracias al pedido de Domingo Faustino Sarmiento al ingeniero agrónomo (coterráneo de la malbec) Michel Aimé Pouget para llevar adelante la dirección de la Quinta Agronómica de Mendoza.

Este proyecto se presentó ante la Legislatura provincial el 17 de abril de 1853, fecha que dio origen al «Día Mundial del Malbec». Imposible no quererla. Hay para todos los paladares, bolsillos y estilos.

La caja de Don Diego.

La invitación

Como siempre, mi querido amigo y colega Franco Sbriccoli de Don Diego Vinoteca (ubicado en Avenida Gauss 5899 esquina Amadeo Avogadro, Villa Belgrano) me invitó a participar de una cata virtual en manos de Bodega Tinto Negro (ya llegaremos a esta historia).

La idea fue hacer llegar a todos los participantes una caja con el vino en pequeños frascos*, con la cantidad equivalente a dos medidas de degustación por estilo (la segunda caja y por otro precio, traía de regalo las cinco botellas de los vinos a catar) una tabla divina con quesos, tomates cherry, frutos secos, hummus, un dip de berenjena y pan caserito para mayor placer. Ah.

Dirigió el evento la sommelier y embajadora de la marca, Maya García, quien nos guió con su tonadita venezolana y quedamos felices de escucharla. Siempre clara y muy humana para con el resto.

*Ustedes se preguntarán: ¿Puede influir en la calidad del vino que sea transportado en frasquitos? Pues no. Además de pasar muy poco tiempo en ellos, el vidrio tiene muchísimas cualidades por las que siempre se elige y no solo para las botellas. Es impermeable, aséptico e inoloro por lo cual no altera su gusto, composición ni olor.

La caja de Don Diego por dentro.

La bodega

Ahora bien, como les contaba antes, probamos los vinos de bodega Tinto Negro. Este proyecto hace mucho hincapié en los malbec mendocinos surgiendo de la amistad y la complicidad de Alejandro “Colo” Sejanovich y Jeff Mausbach, quienes se conocieron trabajando en Catena Zapata. Luego se sumaría Jorge Crotta a conformar esta tríada imparable que hace 10 años tiene otras etiquetas como Manos Negras, Los Cardones en Salta, etc.

Tinto Negro cuenta con dos viñedos: Finca La Escuela (Paraje Altamira, en Valle de Uco) y Finca 1955 (La Consulta, en San Carlos).

Finca la Escuela recibe su nombre puesto que, al momento de comprar y delimitar la propiedad se encontraron con una escuela rural que aún funciona y donde allí crece gran parte de la población circundante.

Finca 1955, por otro lado, se llama de esta manera ya que ese número son los años de plantado que tiene ese viñedo en esa zona. Los viejos viñedos de La Consulta son un tesoro vitivinícola.

En plena tarea. 

Los vinos

Degustamos las cinco etiquetas de Finca La Escuela. Todos los vinos fueron las mismas uvas de malbec, cosechadas el mismo día, con el mismo paso por barricas, el mismo tiempo en botella pero.. “de diferentes suelos, en el mismo suelo”. Amé la idea. Amé los resultados. Sigamos.

Explicación flash: El viñedo tiene un perfil de suelo muy particular, con cuatro tipos distintos en la parcela de siete hectáreas: limo, piedra, grava y arena. Cada suelo otorga sus propios aromas, sabores y texturas al malbec cultivado allí, logrando así resultados diferentes y a la vez con una base “similar”. Estas microvinificaciones continúan la idea de la bodega al explorar los diferentes terroir, usando diversas técnicas de vinificación que demuestran la concentración y complejidad que el malbec argentino nos puede regalar.

Empezamos con El Limo Malbec 2016: refiere a la mancha de suelo limoso en el extremo norte de la viña. Este suelo fino retiene mucha agua, por lo que hay mucha materia orgánica. Notas marcadas a fruta negra madura, flores violetas. Ciruelas y cerezas. Rebelde e intenso. Con el paso de los minutos y la oxigenación de la copa, ¡apareció un bouquet floral que me encantó! Popurrí de flores, azúcar negra, frutas, pasas. Esto, además de darse por la mano de los productores, es una descripción clara de lo que Paraje Altamira aporta a los vinos.

La Arena Malbec 2016: Este es un suelo cálido de buen drenaje, llegando así el agua a las raíces. En su perfil aromático, encontramos mucho mineral. Si bien no hay un concepto cerrado sobre lo mineral, podríamos decir que lo representan las notas a mina de lápiz (grafito), lo ferroso, el fósforo. En boca, puede percibirse como cierta textura a “tiza” con taninos más secantes (de la uva). Prolijo y vibrante.

El siguiente, La Grava Malbec 2016: Este suelo de temperatura y drenaje medio, aporta al vino una marcada acidez que no molesta sino que acompaña muy bien con su frescura a las notas herbáceas que lo caracterizan en nariz. Interesante, particular.

La Piedra Malbec 2016: Con notas súper minerales, limpio, fresco. Mi favorito sin dudas. De suelo calcáreo y pedregoso, absorbe la luz del día y lo vuelve cálido. Existe esta idea de la poca materia orgánica en el suelo pero que se equilibra con el calor para beneficio de la planta. Compuesto en su mayoría por carbonato de calcio (muy particular en la base de la Cordillera de los Andes) al ser poroso el agua filtra, queda depositada y las vides, felices.

Este vino es súper fresco, sedoso, de taninos apenas perceptibles. Un encanto.

La Escuela Malbec 2017: Para coronar la noche, cerramos con esta delicadeza. Las uvas de este vino se cosechan durante un período de tres semanas, es una mezcla de diferentes perfiles de suelo, buscando aumentar la complejidad del vino final. En este caso, es como lograr el dream team de la Selección. Es como armar una banda con todos tus artistas favoritos. Como tener la biblioteca llena de los mejores libros de la historia. Fruta negra en su justa medida, notas herbáceas y florales tenues, mineralidad. Buen cuerpo, buen perdure. Un vino expresivo, jugoso, fresco y fácil de tomar.

Fue un encuentro muy bonito, con mucha interacción entre todos (eso me encanta), donde nos divertimos, aprendimos un poco más, disfrutamos de un proyecto encantador de esa triada creadora del Colo, Jeff y Jorge que siempre sorprenden con algo nuevo en suelos que nos regalan vinos fascinantes y experiencias diferentes en esta normalidad que llegó para quedarse.
Gracias.

(*) Sommelier

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