Todo empezó con la idea de Franco Cerrada y un amigo, quienes querían abrir una panadería. Nicolás, su hermano, un emprendedor nato, se subió las medias de la foto carné y se sumó al proyecto.

Hace ocho años este par de hermanos dieron vida al primer local de Strobel, una panadería ubicada en Duarte Quirós 274, en la zona de Nueva Córdoba. El local sobraba en espacio, así que decidieron incorporar una cafetería.

Para la apertura del segundo local, en la calle Maipú esquina 25 de Mayo, se sumaron su padre, Daniel, y su madre, Nancy Franzoni.
En la pandemia abrieron el tercero, ubicado en Obispo Trejo 852. Los tres locales cuentan hoy con cafetería.

“Cuando empezamos con la fabricación fui yo quien se ocupó y aprendió a hacer todo. Ya hoy en día está todo automatizado: contamos con maestros panaderos, la producción está estandarizada y los locales, aunque tienen encargados, cuentan con una estructura que hace que el negocio funcione por sí solo”, dice a Circuito Gastronómico Nicolás Cerrada.

El público es variado. En el local de Maipú reciben mucha gente de oficina, en Duarte Quirós va gente que trabaja en Tribunales, familias que llevan a sus hijos después de la escuela y vecinos que ya son clientes. En Obispo Trejo reciben un público más juvenil.

“Ya tenemos el know how de cómo es el negocio y encontramos nuestra diferenciación en la atención y la calidad de un producto que fuimos mejorando con el tiempo”, afirma Nicolás, quien reconoce que, si bien hay competencia, en la zona hay mucho consumo y no es tan difícil diferenciarse del resto en la forma en que trabajan.

“Nuestros productos, tanto de cafetería como de panadería, cumplen con las expectativas de la gente. Además, estamos innovando permanentemente. Creo que se trasmite lo que somos como familia al cliente”, agrega.

Otro aspecto que los hace diferentes es la calidad de la materia prima: “Usamos lo mejor que hay en el mercado y lo elaboramos personalmente”, detalla Nicolás.

El boom de las meriendas

Hubo un tiempo en que la gastronomía se reducía a los almuerzos y cenas. En la actualidad, es notable el incremento en la demanda, y por consiguiente en la oferta, de desayunos y meriendas. Al respecto, Nicolás opina: “Creo que el contexto económico nos favorece. Salir a cenar se ha encarecido mucho. Pero creo que también tiene que ver con que se ha especializado bastante el desarrollo gastronómico de desayunos, brunchs y meriendas”.

“Hoy está tan bueno salir a merendar como salir a cenar”, agrega Nicolás. “Respecto del café, la gente también está muy interiorizada en el tema, no es lo mismo que hace ocho años cuando arrancamos y la oferta era café con leche, sin leche, criollos y medialunas”, añade.

Producción propia

Cuando abrieron el segundo local, Nicolás comenzó a pensar en la posibilidad de producir lo que más vendían. “Lo hablé con mi hermano y con mi papá. Alquilamos un galpón, compramos la maquinaria, me capacité y comencé con la elaboración”, cuenta Nicolás.

El cambio fue rotundo. “La producción propia te da varias ventajas. Por un lado, disminuye mucho los costos cuando tenés un buen volumen de ventas. Por otro, además, te permite decidir cómo quieres que salga tu producto. Sabes desde qué le estas poniendo, hasta cómo quieres que se venda”, argumenta.

“Si bien implica más trabajo, te permite ir cambiando la cartera de lo que vas ofreciendo y adaptándolo a las diferentes demandas”, añade. “La realización que te da el saber que una persona viene a tu negocio por el producto que vos preparás es realmente gratificante”, destaca orgulloso.

Una de cal y una de arena

En el rubro de las panaderías y cafeterías, el servicio y la elaboración del producto insumen casi todo el día. A pesar de ello, el ticket de consumo no deja de ser bajo comparado con el de los restaurantes.

“Si tenés un restaurante, capaz que en cuatro horas facturás lo que nosotros en todo el día, 12 horas abiertos”, cuenta Nicolás. “De todas formas, nuestra venta tiene constancia: vendemos día a día, a diferencia de un restaurante que quizá un martes esté vacío. Además, si bien el café tiene una tendencia de consumo más en invierno, la gente lo toma todo el año”, añade.

Strobel está ampliando las capacidades productivas. Lo que empezó como un negocio familiar actualmente hace también ventas de panificados al por mayor para locales gastronómicos. El negocio proyecta avanzar con más sucursales y franquicias, manteniendo la esencia familiar y la calidad de los productos.

Contacto

Strobel cuenta con locales en Duarte Quirós 274, Maipú esquina 25 de Mayo y Obispo Trejo 852. Teléfono: (0351) 153-453476.

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