Todos nos sorprendimos cuando hace algunos años, la histórica confitería Pan de Azúcar, ubicada frente a Plaza San Martín en pleno Centro cordobés, cerraba sus puertas dejando una huella en la gastronomía cordobesa (y un montón de historias detrás).
La firma, fundada por Lino Collazo en 1945, funcionó inicialmente sobre la calle Buenos Aires entre Rosario de Santa Fe y San Jerónimo, y en 1952 se mudaron a Rosario de Santa Fe 25, donde permaneció abierta hasta marzo de 2015. Seguramente muchos cordobeses la conocieron y hasta guardarán una linda historia sobre su presencia en la ciudad.
Una de esas historias que construyeron la confitería, fue la que hoy la volvió a poner de pie. Es que, producto del recuerdo de su abuelo trabajando en Pan de Azúcar, Luis Rodríguez se vio movilizado a revalorizar la marca y a abrir un local en la zona sur de la ciudad.
Junto a su socio Javier Araya (República Restaurant), Pan de Azúcar abrió sus puertas en la entrada del barrio Tejas de Sur, una zona que crece día a día en todo sentido.
Para conocer más en profundidad sobre su historia y la propuesta actual de la confitería, dialogamos con Luis, el protagonista de esta historia.
-¿Cómo nació «la nueva» Pan de Azúcar? ¿cómo surgió la idea?
Pan de Azúcar es una confitería que ya existía, entonces lo que hicimos fue rescatar la marca y ponerla en valor. Planteamos una propuesta donde Pan de Azúcar es esa típica confitería que se fue construyendo en la década del 40, del 50, donde en un momento histórico de la humanidad, las personas europeas empiezan a arribar a estas tierras. De ahí es que armamos esta carta que es como un blend de las viejas costumbres europeas y las criollas. Nos encanta pensar que pueden convivir productos como el pan criollo y una croissant, el pan casero y una baguette. Apostamos a una pastelería de alta calidad y también con la posibilidad de que sea un lugar donde poder compartir desde un aperitivo, un brunch, una merienda, un desayuno. La carta busca generar esa experiencia en un lugar cálido, lindo, agradable.
-¿Qué relación tienen con la histórica confitería Pan de Azúcar?
En lo personal, es un lugar donde mi abuelo trabajó hace mucho tiempo y tiene esa fibra emocional que nos hace vibrar con esta marca. Más allá de buscar ponerla en valor, tiene una significación particular para mí.
Así luce la nueva confitería.
-Contanos cómo es su propuesta en general, ¿qué se van a encontrar los clientes?
Es un lugar donde podés compartir diferentes momentos del día, desde el desayuno hasta la merienda y el after office. Tenemos una carta dinámica, con distintas propuestas, y ahora para el último trimestre del año estamos pensando opciones un poco más cítricas, frutales, con tragos, con cafés fríos, donde ponemos el acento en una cafetería de corte italiano, apostando por una buena experiencia de tomarse un rico café.
-¿Algunos destacados de la carta?
¡Hacemos una croissant que la rompe! Aunque todos nuestros productos son hechos con materia prima de primera calidad, con un equipo de trabajo que le pone toda la pasión y el amor a estos productos que son todos artesanales.
-¿Piensan seguir abriendo otras sucursales o cuáles son los planes a futuro?
No estamos tan ansiosos, pero nos encantaría ver crecer a Pan de Azúcar en otras zonas de la ciudad, buscando un perfil conservador, y lugares que tengan un entorno y una arquitectura que hablen el mismo lenguaje que queremos transmitir en la confitería.
Contacto
Pan de Azúcar está en Nestor E. López y Castulo Lopez. WhatsApp: (0351) 158-552956.