Todo comenzó hace dos años, en el verano del año 2021, cuando un grupo de primos y amigos de Mar del Plata tuvieron la loca idea de producir el primer Cold Brew en lata listo para beber del país.

“Yo tenía una cafetería en Playa Grande y hacía Cold Brew de manera manual en jarras chicas. Era muy engorroso poder ofrecerlo todos los días en la cafetería”, cuenta Francisco Rodríguez a Circuito Gastronómico, uno de los creadores de la marca Deseado, que tiene tan solo 23 años.

Al poco tiempo, e inspirados en el mundo de la cerveza tanto en canilla como en lata, tomaron la decisión que producir Cold Brew en grandes cantidades. Sin saberlo, estaban generando un proyecto sin precedentes en el mercado argentino.

“Se nos ocurrió desarrollar una manera para hacerlo en cantidad y no estar día tras día haciéndolo en la cafetería, porque una de las particularidades que tiene es que el proceso de elaboración lleva 24 horas”, explica Francisco.

¿Qué es el Cold Brew?

Al hablar de Cold Brew la preparación es lo más importante. Para hacerlo, se infusiona el café molido en agua fría por 24 horas. Luego, se filtra antes de servir.

El Cold Brew es una de las formas más concentradas de café que se puede encontrar, ya que generalmente no se agrega agua al servir. Por ello, el Cold Brew no solo tiene un sabor muy intenso, sino también mayores niveles de cafeína (alrededor de 200 mg, tanto o más que una bebida energizante, pero natural y sin aditivos).

Diferencias con el Iced Coffee

El Iced Coffee podría considerarse un antecesor del Cold Brew, pero no son lo mismo. El primero se infusiona de la misma manera que el café convencional (con agua caliente), y luego se le agrega hielo antes de servir.

La principal diferencia con el Cold Brew es, justamente, el proceso de preparación: temperatura del agua y tiempo de reposo del café. Al estar menos tiempo en reposo, el Iced Coffee se concentra menos que el otro, y se diluye aún más cuando se le agrega el hielo. En promedio, la concentración de cafeína de un Iced Coffee ronda los 165 mg.

Si bien el Cold Brew es por definición un café frío, tarda 24 horas en hacerse, el filtrado es lento, en frío, y con mayor tiempo de maceración, lo que hace que tenga menor acidez, menor amargor, pero más cafeína.

La fábrica

Que Cold Brew de Deseado llegue a ser lo que es hoy en día no fue tarea fácil. “Tardamos como un año y medio en desarrollar la fábrica. Nos costó mucho habilitarla porque no existía la categoría. Tuvimos que hacer muchas investigaciones, tampoco sabíamos bien el tipo de máquinas que necesitábamos. Fue mucha prueba y error”, recuerda Francisco.

Finalmente, lo lograron. Actualmente Deseado tiene una capacidad de producción de 800 litros mensuales, el equivalente a unas 10.000 latas de Cold Brew.  

Además de las latas, en Deseado diseñaron una canilla para tener Cold Brew. La mayor presencia de nitrógeno, inyectado en el momento, hace que el producto que sale de la canilla tenga más cremosidad.

Variedades

Cuando comenzó el proyecto eran las tres variedades del producto disponible: Clásico (café puro negro), Vaini Brew (con vainilla), Cold Brew Tonic (con agua tónica). Luego incorporaron tecnologías que les permitieron pasteurizar leche e incorporarla en una nueva variedad: Caramel Latte (con leche de avena y caramelo). Todas las variedades son aptas para veganos.

En septiembre, La Gurmet (la caja de Circuito Gastronómico que incluye una cuidada selección de delicatessen) trae entre sus productos el Cold Brew de Deseado. La propuesta es innovadora y promete revolucionar el mundo del café, convirtiéndose en tendencia para este verano.

Contacto:

Si querés estar al tanto de las novedades de Deseado Brewing, seguilos en su Instagram.

¡Si te gustó esta data, compartila con tus amigos!