(*) Por Roberto Colmenarejo
Los vinos espumosos (comúnmente llamados “champagnes”, aunque este término debería evitarse) son productos que se asocian en nuestra mente casi de inmediato a la celebración, al brindis, a la sugestión y por supuesto, al romanticismo.
Nada mejor que una cena preparada con esmero y una burbujeante copa para despertar la vehemencia y el fuego en nuestro ser amado.
En la Argentina se beben muy pocos vinos espumosos (menos del 4% del mercado total) y su consumo se concentra casi exclusivamente en las fiestas de fin de año (noviembre a enero). Una verdadera lástima, pues estos vinos son realmente atractivos y versátiles para acompañar una amplia variedad de comidas.
Además, las finas burbujas siempre trasmiten seducción y glamour, por lo que pueden convertir una simple comida en el preludio de una noche inolvidable.
Para una noche romántica, aquí les dejo algunos espumosos que vale la pena tener en la heladera (una nunca sabe cuando brotará la pasión, así que mejor estar bien preparado).
Norton Espumoso Cosecha Tardía ($32): Un espumoso dulce muy bien elaborado y de precio amable. Es frutal y bastante goloso, con burbujas muy agradables que incitan siempre a tomar una copa más. Les aseguro que es la botella indicada para los jóvenes que se inician en el vino ¡y en el amor!
Melodía Chardonnay Extra Brut ($48): Un vino espumoso seco de factura impecable y precio accesible, que sorprende desde la primera copa. En nariz es bien Chardonnay, con notas de frutas blancas (pera, manzana) y miel. En boca es muy rico, ágil y sumamente equilibrado. No es fácil de encontrar, pero vale la pena buscarlo; le aseguro que el placer de disfrutarlo devolverá con creces el tiempo invertido.
Lagarde Moscato Bianco ($60): Un espumoso dulce con palabras mayores. Fragante y frutal en nariz. Sabroso y liviano en boca, con una acidez justa que lo hace sumamente fresco y bebible. Otra “figurita difícil de hallar”, pero que fascina a todos quienes lo prueban. Imposible resistirse a sus encantos.
Luigi Bosca Nature ($100): Acá ya nos ponemos más serios, pues estamos frente a un espumoso de alta calidad y gran finura. En nariz las notas de crianza mandan por sobre la fruta (mucho pan, levaduras frescas, frutas secas), muy al estilo francés. En boca la acidez está calibrada a la perfección y las burbujas son minúsculas, dando una sensación cremosa y fresca muy placentera. Si después de esta botella la noche no es inolvidable, habrá que hacerse ver con un sexólogo.
Barón B Brut Rosé ($115): Las burbujas rosadas más clásicas de la Argentina, elaboradas por la empresa que más sabe de espumosos. Un vino que seduce desde el color, muy brillante y vivo. En la nariz se combinan sabiamente la fruta madura y suaves notas de crianza (pan, levaduras). En boca es fresco, gustoso, de balanceada acidez y largo final. Un gran espumoso, para garantizar una noche de lujuria desenfrenada.
Y como dice el refrán español: “A la mesa y a la cama, sólo una vez se llama”. Salud.
(*) Sommelier y docente – [email protected]